Siendo este uno de los servicios que ofrece mi empresa, es fácil pensar que lo que pretendo con este artículo es crearte una necesidad. Tienes toda la razón, esa es mi intensión. Aunque a priori no lo parezca, al terminar de leer este artículo entenderás que es una necesidad de todos.
No voy a profundizar al hablar de normativas y de leyes. No me dirijo a los técnicos que ya las conocen, me dirijo a los que no tienen por qué saberlas a pesar de que el desconocimiento de éstas no les exima de cumplirlas.
Esta última frase, posiblemente sea la que haga despertar la curiosidad de algunos, y con razón.
Son muchos los responsables de la creación de pequeños y grandes eventos: empresas privadas, ayuntamientos, particulares…, y todos tienen algo en común; están obligados a garantizar la seguridad y el cumplimiento normativo vigente, entre otras cosas.
“El desconocimiento de una ley no exime de su cumplimiento”
Así lo establece el artículo 6.1 del Código Civil.
Crear un evento puede llegar a convertirse en una labor faraónica por todos los frentes que se abren: económicos, técnicos, creativos… No importa cómo se gestione o canalice cualquiera de estos frentes, todos deben tener como prioridad, el cumpliendo de la ley.
Los legisladores, han asumido con carácter fundamental el principio conforme al cual a nadie le es lícito ignorar el derecho.
Se comprende la existencia de este principio legal, ya que su ausencia podría implicar que cualquier persona intentara desvincularse de la responsabilidad de sus acciones en base a alegar la falta de conocimientos jurídicos.
En este punto del artículo ya sabemos algo muy importante, si no hacemos las cosas bien “las consecuencias civiles e incluso penales” nos están esperando.
¿Qué debes saber de Normativas y de Leyes?
“Que existen”, que estamos obligados a cumplirlas y que hay profesionales que te pueden ayudar a garantizar su cumplimiento.
“Tu proyecto”
Estás inmerso en la creación del evento con el que quieres marcar la diferencia. Suponemos que también trabajas en reducir la posibilidad de que ocurran accidentes.
Lo ubicas en una gran superficie exterior que te permite albergar cientos o miles de personas.
Proyectas un escenario, con estructuras para acondicionarlo con iluminación, material audiovisual, sonido y decoración.
Creas espacios cerrados con varias estructuras y carpas desmontables.
Podríamos estar hablando de:
Es evidente, que en lo relativo a cumplimiento normativo y seguridad, no debería importar el tipo de promotor, “público o privado”, pero sí que nos va a importar en algunos detalles que veremos más adelante.
En este momento, ya debe estar nuestro “Arquitecto Técnico, Ingeniero o Arquitecto” trabajando en la elaboración de los proyectos técnicos y revisando el cumplimiento de normativas como:
Decreto Estatal 44/2014 de 25 de marzo para actividades de recreo y espectáculos públicos, u otros Decretos específicos de cada Comunidad.
Norma UNE-EN 13782 “Estructuras temporales, Carpas, Seguridad” al contemplar elementos efímeros y desmontables como escenarios, estructuras y carpas.
Tendremos que añadir entre otras, toda la normativa eléctrica, diferentes protocolos diseñados para el evento de referencia, la nueva normativa COVID 19, etc.
A estas alturas ya deberíamos tener claro que “Sí es necesaria la intervención de un técnico”. En la mayoría de los casos es obligatoria su intervención.
¿Como garantizar la máxima seguridad y conseguir cumplir con los estándares de calidad?
El primer paso está en manos del promotor, es quien debe de integrar en su equipo la figura del gestor técnico de su evento.
No todos los técnicos están especializados en esta materia, el desconocimiento técnico y normativo del sector efímero, obliga a cuidar la elección del profesional al que derivar estas responsabilidades.
Es muy importante destacar, que el equipo humano es el que va a garantizar el éxito de cualquier proyecto o evento. El equipo material a pesar de tener gran relevancia, no deja de ser una herramienta en manos de profesionales.
¡Nos interesa a todos!
A pesar de los acontecimientos ocurridos en el pasado y de los conocimientos que ya tenemos, sorprende que sigan realizándose eventos sin la gestión de un equipo técnico detrás, incluso de promoción pública, que, en ocasiones, alegando la poca afluencia de público, no cumplen con lo que debería de ser una gestión ejemplar para el resto de promotores.
La intervención de un profesional en la gestión técnica no solo implica reducir los riesgos de accidentes, garantiza la incorporación al proyecto de empresas cualificadas en diferentes materias como: Iluminación y sonido, audiovisuales, estructuras, carpas, etc.
Estas empresas, cuentan con los correspondientes seguros de responsabilidad civil, con personal altamente cualificado, contratados y asegurados tal y como la ley les exige y cumplen con todos los requisitos técnicos y normativos que garantizan el cumplimiento de los estándares de calidad que les debería exigir el técnico gestor del proyecto y la entidad pública responsable de la zona.
Muchos estaréis pensando que promotor no quería tener en su equipo a este tipo de empresas. En la mayoría de los casos, suelen ser promotores que priman la parte económica antes que las demás.
No sería justo generalizar, pero en muchas ocasiones, detrás de presupuestos temerosamente ajustados, se revelan carencias en muchos de los parámetros exigibles a una empresa competente y de calidad que evidencian y delatan el incumplimiento de normativas y de leyes. Es en este punto donde un promotor público no puede fallar.
Conclusiones
Cuando se acude a un evento público creado con dinero de los contribuyentes o se paga una entrada en eventos privados, se adquieren unos derechos básicos que se deben cumplir y nos van a exigir. Que se garantice la seguridad y la calidad en los servicios prestados, son solo alguno de estos derechos.